¿Alguna vez te has preguntado cómo reducir la huella de carbono en tus productos? Lo cierto es que se trata de un objetivo cada vez más relevante en la lucha contra el cambio climático. Por ello, no es de extrañar que cada vez más empresas decidan implementar estrategias orientadas a disminuir el impacto ambiental de sus productos a lo largo de su ciclo de vida.

Si te interesa el tema, sigue leyendo. En este artículo te damos las claves para que tú también puedas tomar acción y contribuir a un futuro más sostenible.

¡Vamos allá!

¿Qué es la huella de carbono?

A grandes rasgos, la huella de carbono se refiere a la cantidad total de gases de efecto invernadero (GEI) emitidos directa o indirectamente por un negocio, individuo, producto o evento.

¿Y cómo se calcula? A nivel empresarial existen dos conceptos básicos que se deben tener en cuenta para medirla correctamente:

  • Huella de carbono corporativa. Abarca la suma total de gases de efecto invernadero liberados como resultado directo o indirecto de las actividades desarrolladas por una organización.
  • Huella de carbono de producto. Cuantifica la totalidad de gases de efecto invernadero emitidos a lo largo de todo el ciclo de vida de un producto. Esto incluye desde la extracción de materias primas, hasta la producción, distribución, uso y final de la vida útil, que puede implicar la reutilización, el reciclaje o el depósito en vertedero.

¿Cómo reducir la huella de carbono en tus productos?

Calcular la huella de carbono permite a las empresas cuantificar las emisiones de gases de efecto invernadero a lo largo de todo el ciclo de vida de sus productos. Este análisis es fundamental a la hora de identificar qué procesos y etapas del ciclo de vida contribuyen más a las emisiones totales, pudiendo implementar estrategias orientadas a su reducción.

Cada negocio es único, por lo que las soluciones para rebajar la huella de carbono pueden variar considerablemente. Sin embargo, aquí tienes algunas de las opciones clave que suelen ser efectivas.

Ecodiseño y funcionalidad

El ecodiseño es una práctica que tiene en cuenta los criterios ambientales durante el proceso de diseño y desarrollo de productos, por lo que es clave a la hora de disminuir su impacto y promover la economía circular.

Actualmente son muchas las empresas que han apostado por esta solución tan innovadora, pudiendo encontrar en el mercado todo tipo de ejemplos de éxito: utensilios creados con bambú, muebles diseñados con materiales biodegradables, ropa fabricada con plástico procedente de los océanos, vajillas hechas con cristal reciclado…

Asimismo, hay otras cuestiones que tampoco se deben pasar por alto:

  • Packaging inteligente. Es fundamental utilizar un embalaje que sea funcional y sostenible. Para ello, no solo es importante elegir materiales adecuados, como el cartón, sino también ajustar al máximo su tamaño. Esto ayuda a reducir el impacto ambiental, disminuir costes y optimizar el espacio durante el transporte.
  • Etiquetado sostenible. Las etiquetas deben contribuir a la reducción de la huella de carbono de los productos. En este sentido, hay múltiples alternativas en el mercado. Por ejemplo, en Eti-nor tenemos opciones tanto en papel como en film: papeles reciclados con certificación Carbon Trust, papeles certificados compostables con adhesivos compostables, papeles enológicos reciclados, plásticos derivados de la madera 100% renovables y con sello ISCC, films compostables certificados con adhesivos compostables…
  • Máxima calidad y durabilidad. Crear productos que duren más tiempo y que sean fáciles de reparar reduce la necesidad de reemplazos frecuentes, lo que disminuye las emisiones asociadas a la producción de nuevos productos.

Rebajar la huella de carbono en los productos mejora su impacto ambiental

Innovación y tecnología

¿Sabías que la innovación tecnológica también es clave para reducir la huella de carbono en tus productos? Así, ofrece grandes oportunidades para crear artículos mucho más sostenibles.

Algunas de las áreas que se pueden tener en cuenta son las siguientes:

  • Tecnologías limpias. Esto permite disminuir las emisiones de carbono durante la fabricación de los productos, lo que contribuye a la sostenibilidad ambiental. Hay muchas opciones disponibles como, por ejemplo, invertir en fuentes de energía renovable (solar, eólica…) o en procesos de manufactura avanzados que reduzcan el consumo de recursos y las emisiones.
  • Digitalización y automatización para optimizar procesos y lograr un menor consumo de energía. Por ejemplo, el uso de sistemas de gestión energética basados en inteligencia artificial puede mejorar significativamente la eficiencia.
  • Materiales innovadores. Investigar y desarrollar nuevos materiales que sean menos intensivos en carbono, como los bioplásticos o ciertos compuestos avanzados, puede reducir significativamente la huella de carbono sin comprometer la calidad de los productos.

Uso y fin de vida del producto

Reducir la huella de carbono en tus productos también implica considerar el impacto durante su uso y al final de su vida útil. En este contexto, hay varias prácticas que se pueden seguir:

  • Consumidores informados. Es recomendable educar a los compradores para que sepan cómo usar los productos de manera eficiente y sostenible. ¿Un ejemplo? Promover el uso de ahorro de energía en dispositivos electrónicos. Esto puede hacerse a través de diversos canales: redes sociales, web corporativa, manual de instrucciones, etiquetado de los productos…
  • Economía circular. Las empresas tienen la posibilidad de adoptar modelos de negocio donde los productos y materiales se mantienen en uso durante más tiempo a través de la reutilización, reparación, remanufactura y reciclaje.

Eti-nor, etiquetas adhesivas personalizadas

¿Buscas un etiquetado de calidad para tus productos? Confía en Eti-nor. Ponemos a tu disposición un amplio catálogo de soluciones en todo tipo de formas, tamaños y acabados para que encuentres la opción idónea.

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