Un buen etiquetado es esencial para mostrar correctamente la información del producto a los consumidores, pero también para llamar su atención y es que su diseño es un aspecto clave en la decisión de compra. Sin embargo, los defectos en la aplicación de etiquetas pueden conseguir el efecto contrario, penalizando la imagen de marca.

Arrugas, burbujas de aire, adhesivos que no se pegan correctamente al envase, roturas o desgarros… son muchos los errores que se pueden producir. ¿Quieres saber cuáles son los más comunes y cómo evitar un mal etiquetado? En Eti-nor te damos todas las claves.

¡Empezamos!

¿Cuáles son los principales defectos en la aplicación de etiquetas y cómo se pueden evitar?

 

Existen diferentes razones por las que una etiqueta puede presentar fallos de roturas, arrugas o una mala adherencia al envase, desde un proceso de diseño mal ejecutado porque no se adapta a las peculiaridades de la forma del envase o una incompatibilidad entre el adhesivo y los materiales escogidos, hasta diversos problemas con el soporte, entre muchos otros.

Lo importante si se detectan defectos en la aplicación de etiquetas es identificar el origen y realizar los ajustes necesarios para solventarlo cuanto antes. A continuación te contamos cuáles son los errores comunes en el etiquetado de productos y cómo evitarlos.

 

Mal ajuste de la etiqueta en el envase

 

Diseñar etiquetas de productos sin tener en cuenta la forma y el material del envase es un error, porque puede desembocar en arrugas, burbujas o, en el peor de los casos, imposibilidad de que se ajuste a la perfección.

Así, conviene saber cuáles son sus dimensiones exactas y, por supuesto, cómo es su superficie. Por ejemplo, si se fabrica una etiqueta para una botella de vidrio y ésta presenta irregularidades, es más fácil que durante la aplicación aparezcan burbujas.

 

 

Almacenamiento inadecuado 

 

En ocasiones, los defectos en la aplicación de etiquetas se encuentran en la forma en la que se almacenan las etiquetas antes de su aplicación. 

 

¿Por qué ocurre? En la mayoría de los casos se debe a que se almacenan en lugares demasiado cálidos, fríos, secos o húmedos. Por lo general, las etiquetas necesitan almacenarlas en un entorno de temperatura controlada que suele ser 20-25ºC y 40-50% HR. El almacenamiento prolongado a temperaturas y/o niveles de humedad elevados puede provocar defectos en la defectos en la adhesión.  

 

La vida útil es otra consideración a tener en cuenta para evitar posibles defectos. Por lo general, las etiquetas tienen una garantía de 1 año y en algunos casos puede llegar a 2 años. El almacenamiento prolongado puede acortar la vida de la etiqueta. 

 

Problemas en el envasado con el soporte de la etiqueta

 

A veces, el fallo ocurre por incompatibilidades entre los aplicadores de etiquetas y el soporte del material utilizado.  Cada máquina aplicadora automática de etiquetas, dispone de sensores que  que detectan cuando termina una etiqueta y comienza la siguiente. Si su máquina no detecta la etiqueta, es posible que deba reconfigurar el sensor.

En algunas otras situaciones, las etiquetas de plástico transparente no pueden usarse en algunos aplicadores si no disponen de un sensor adecuado o no está calibrado para el uso indistinto de diferentes materiales. 

En estos casos conviene cerciorarse de que existe una buena compatibilidad para evitar tener que parar la producción. 

 

Como ves, son muchos los posibles defectos en la aplicación de etiquetas y solucionarlos cuanto antes es de vital importancia. De esta manera evitas que un mal diseño o etiquetado perjudique la imagen de marca, así como complicaciones mayores que te pueden hacer perder tiempo y dinero.  

 

Etinor, fabricantes de etiquetas adhesivas personalizadas

 

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Nuestros técnicos desarrollan una relación de colaboración con nuestros clientes para comprender los entresijos de su proceso de etiquetado para evitar problemas antes de tiempo o solucionar posibles defectos con el tiempo.